2012
Subir al cielo es
horizontal
(Texto por Luz María Bedoya)
De todas las fotos posibles que Alexandra Colmenares
puede hacer para su primera exposición individual, ella hace esta:
Entra a un lugar de paredes y techo blancos y un piso
gris.
La nada a la que ingresa (una cáscara arquitectónica que
bordea un vacío), enseguida se moviliza.
El hecho es invisible pero sucede.
Miles de partículas microscópicas cambian de posición en
el espacio, suben, bajan, flotan, se posan, escapan.
Es el polvo de Lima.
Ella no lleva una cámara. Ella es la cámara, ella es la
película, es el soporte.
Entonces, vestida con una camiseta blanca, se tiende en
el suelo y comienza a reptar.
Cara al piso, de espaldas, de lado, hace un ejercicio
tenso de limpieza y captura.
Su deslizamiento es la mirada que fija; su peso es la luz
que presiona una materia sensible y la marca.
Minúsculo y leve, el polvo, esquivo a la mirada, se hace
imagen. Anota que el vacío también tiene un pasado.
¿Hay algo más fotográfico que un cuerpo que es a la vez
ojo, paneo, emulsión, huella, tiempo? ¿Existe mayor despojo que abandonar los
medios para ser uno mismo, a pelo, el objeto, el proceso, el filtro, el resto?
¿Es posible hacer una foto con nada?
Es posible.
Es posible, es bello, es áspero, como resistir.
Developing the emptiness is a reflection of the levity of the state of time and the microscopic materiality in an empty space.
Remains and dust particles found within that space after a performative action where this takes us to the marking of the existence of this fine material in its minimum visibility.
This action thus creates a photographic metaphor where the body dragged in the space, is the tool to capture the dust we cannot see; all this will become visible after the garment reveals an image.